La estrategia de Alberto Fernández y Martín Guzmán para pagarle al Club de París en cuotas y sin punitorios
“Ya está cerrado el Club de París, como habíamos hablado”, escribió Martín Guzmán en un WhatsApp dirigido al celular de Alberto Fernández. El Presidente estaba en su despacho de la Casa Rosada, y su ministro de Economía había terminado un zoom con Emmanuel Moulin, titular del Club de París. Sucedió ayer cerca de las 14, cuando todo era un secreto de Estado que manejaban sólo 8 miembros del Gobierno.
El zoom entre Guzmán y Moulin funcionó como un epílogo a una larga negociación que el ministro de Economía ejecutó en Estados Unidos y Europa. Sin el consentimiento de Joseph Biden, Ángela Merkel, Emmanuel Macron, Pedro Sánchez y Mario Draghi, Argentina no hubiera logrado un entendimiento con el Club de París.
El pago parcial prometido de 430 millones de dólares se hará en dos cuotas casi iguales. Una el 31 de julio de 2021, y la otra el 28 de febrero de 2022. Su número final no es arbitrario: responde al concepto de Comparabilidad, un método de cálculo que toma el promedio de los pagos finales que se harán durante este año a todos los países acreedores de la Argentina.
El entendimiento anunciado ayer implica los dos pagos parciales y una ventana de negociación que vence el 31 de marzo. YAlberto Fernández ya instruyó a Guzmán para que informe a los acreedores del Club de París que Argentina está dispuesta a honrar su deuda, pero que no pagará el saldo (2000 millones de dólares) en una sola cuota en 2022.
Es decir: si el país cancela en 2021 cerca de 215 millones de dólares, y prometió una suma igual en febrero de 2022, recién se hará otro pago de similares características en 2023. Y así sucesivamente.
Alberto Fernández diseño este cronograma de cancelación de deuda, y el titular del Palacio de Hacienda tiene la tarea de plantear esta decisión política cuando se encuentre con los acreedores del Club de París. Guzmán viajará a Venecia para la reunión de ministros de Finanzas del G20, y en ese cónclave confirmará la versión que ya recorre como un fantasma los despachos del Palacio Eliseo, la Cancillería Alemana y la Secretaria del Tesoro en Washington.
El Presidente y su ministro miran las reservas del Banco Central y consideran que un pago directo de 2.000 millones de dólares en 2022 puede complicar la situación de los mercados y agravar la crisis económica heredada de Mauricio Macri y multiplicada durante la pandemia del COVID-19.
“Tras meses de diálogo constructivo, hemos alcanzado un entendimiento con el Club de París que nos da tiempo y nos permite evitar dos cosas: experimentar un golpe a nuestras reservas internacionales y que la Argentina entre en default, fortaleciendo así la estabilidad cambiaria”, posteó anoche Guzmán en su cuenta de Twitter.
El tuit del ministro exhibe la lógica de la decisión presidencial respecto al Club de París. Alberto Fernández y Guzmán asumen que la situación financiera y económica no mejorará en 2022, y desde esta perspectiva qué sentido tendría pagar 2.000 millones de dólares para afectar las reservas líquidas del Banco Central.
Aún más: si los acreedores aceptaron un pago parcial de 430 millones de dólares en las actuales condiciones económicas, porque en 2022 exigirían el total de la deuda cuando ya se calcula que la Argentina mejorará muy poco. Y este cálculo no es del Instituto Patria: son las previsiones que ya hicieron el FMI, el Banco Mundial y la OCDE.
Pero el plan secreto de Alberto Fernández y Guzmán no termina en el pago fraccionado del capital que se adeuda al Club de París. El jefe de Estado y el titular del Palacio de Hacienda analizaron los montos a pagar por los intereses punitorios devengados a partir del incumplimiento acaecido en mayo de 2020, y decidieron proponer su cancelación sin ningún pago.
La tasa del interés punitorio es del 9 por ciento anual, y hasta ahora se deben un poco más de 2.000 millones de dólares. Alberto Fernández y Guzmán decidieron que no cancelarán hacia atrás esta deuda, y que Argentina tampoco se hará cargo de los punitorios devengados hacia adelante por el entendimiento anunciado ayer en la cartera de Economía.
“La propuesta final al Club de Paris es fácil de explicar, y responde a lograr un crecimiento sin traumas financieros y sin planes de ajuste. Vamos a pagar en cuotas establecidas por el concepto de Comparabilidad, y no vamos a pagar un solo centavo de intereses punitorios. Eso es lo que queremos hacer”, explicó un miembro clave del Gobierno cuando Guzmán preparaba su anuncio formal.
Si no hay cambios de último momento, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mostrará mañana su apoyo a Alberto Fernández y al ministro Guzmán durante su tradicional conferencia de prensa en Washington. Este gesto no sorprenderá en la intimidad de Balcarce 50: el presidente adelantó Kristalina Georgieva en Roma qué deseaba cerrar con el Club de París, y la directora ejecutiva del FMI estuvo de acuerdo.