Entre Ríos: en una investigación por el delito de trata, rescataron a cuatro trabajadores en una estancia
Cuatro personas, una de ellas menor de edad, fueron rescatadas luego de un allanamiento que se realizó ayer en la Estancia Las Palmas, en la ciudad de Ubajay, departamento de Colón, en la provincia de Entre Ríos, en el marco de una causa por el delito de trata de personas. El operativo fue ordenado por el juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Andrés Seró, y estuvo a cargo de la Prefectura Naval Argentina, con la asistencia del Programa Nacional de Rescate de Víctimas de Trata de Personas. En la medida también participó la fiscalía federal de esa jurisdicción, a cargo de la Josefina Minatta, quien había impulsado el allanamiento. Como resultado del procedimiento tres personas resultaron detenidas y serán indagadas en las próximas horas. Minatta sostuvo esta mañana que están detenidos el dueño del campo, el contratista y un mayordomo de campo. “Ellos tienen que enfrentar una causa penal con todo lo que implica. En este momento están detenidos y podrían seguir detenidos durante todo el proceso. Eso lo va a decir el Dr. Seró pero, en general, deberían seguir detenidos y si llegan a salir, debería ser con una prisión domiciliaria”, acotó.
En la estancia -lindera al río Uruguay- fue hallado un campamento precario ubicado bajo un monte de eucaliptus donde se alojaban las cuatro personas, que habían sido trasladadas desde la provincia de Misiones para realizar tareas de deforestación.
El lugar donde dormían las víctimas era una casilla y lo hacían en condiciones de hacinamiento. No contaba con condiciones sanitarias mínimas, y lo que hacía las veces de cocina y baño era una carpa a la intemperie, sin agua corriente ni energía eléctrica. El agua era trasladada desde el casco de la estancia, ubicado a 4 kilómetros, en un tanque sin tapa donde caían insectos y roedores, lo que provocó diferentes afecciones en las víctimas. Además, se hallaban expuestas a gran cantidad de picaduras de mosquitos y mordeduras de serpientes yarará, dado que se alojaban al aire libre en un monte donde abundan insectos y reptiles.
Las víctimas sufrían descuentos de sus jornales en concepto de pasajes y alimentos, pese a lo cual la alimentación era escasa, al punto que debían pescar para poder alimentarse.
Como producto del operativo se pudieron secuestrar una escopeta doble caño calibre 12.70, un rifle 44 mágnum con mira telescópica, 48 cartuchos calibre 22 lr, un cartucho calibre 7,62, 36 cartuchos, una escopeta calibre 12.70 PG, tres teléfonos celulares, $ 121.500 pesos y 28 dólares.
La causa se inició tras un llamado a la Línea 106 de Emergencias Náuticas de la Prefectura Naval de Concordia, mediante el cual una persona denunció que se encontraba en condiciones de precariedad extrema junto a otros trabajadores forestales en una estancia de la localidad de Ubajay, departamento de Colón, Entre Ríos. Solicitó ayuda urgente dado que hacía varios meses no cobraban su jornal y se encontraban pasando necesidades en condiciones inhumanas, según el sitio web Fiscales.gob.ar.
“La causa se inicia con el llamado de uno de los trabajadores. Las víctimas no podían mas, no tenían comida, no tenían agua y les decían que si querían comer que vayan a pescar al río. Pero había muy poca pesca”, sostuvo. “Tenían muy escasa comida y en general les daban de comer una comida que se llama ‘reviro’ (se trata de una masa frita de harina, agua y sal que se originó en Paraguay) que es una receta típica del norte, pero es básicamente harina”, dijo.
Además, tenían que traer el agua en un tambor caminando desde una distancia de 4 km aproximadamente. “Ese tambor no tenía tapa ni ningún tipo de resguardo con lo cual los trabajadores terminaron descompuestos, enfermos, porque había roedores e insectos. Es lo que pasa cuando el agua no está correctamente sanitizada”, indicó la fiscal a “Tarea Fina” (Radio Ciudadana-FM 89.7).
Respecto de las condiciones de habitabilidad, dormían en un campamento completamente precario en medio del monte, debajo de un bosque de eucaliptus, con yararás a su alrededor.
Más adelante la fiscal señaló que eso sucede cuando hay una persona que pretende usufructuar la explotación de la madera. “Tenemos muchos casos de arándanos y madera en esta zona de explotación laboral”, indicó. Se trata de un contratista que había comprado árboles en pie y requieran ser desforestados. “Los trajo desde Misiones a los trabajadores pero ellos no habían cobrado nada desde hacía dos meses. Uno de ellos quería volverse porque había tenido problemas con el hijo pero no podía porque no les dieron dinero”, indicó. La fiscal sostuvo que los trabajadores llegaron engañados con promesas “bastante jugosas” que luego no se cumplen.
Luego de ser rescatados, los trabajadores reciben la asistencia del Comité contra la Trata de la Provincia y de la Nación, quienes se encargan del alojamiento, la comida y el regreso además de un subsidio para que puedan volver con algún dinero para subsistir por un tiempo. Además, en la causa penal, se intentará recuperar el dinero que se les debe para que puedan cobrar por el trabajo que realizaron.
Además, Minatta dijo que el operativo se realizó en un campo de 7.000 hectáreas con un “casco muy lindo”. “Es muy impactante el contraste”, remarcó.