Ucraniano que iba en el baúl del auto en Entre Ríos, cayó preso con 967 kg de cocaína
Hace algo más de un año una historia estrafalaria dio la vuelta al país. Se trataba de un ex soldado ucraniano que fue descubierto en Entre Ríos, tras ingresar ilegalmente desde Paraguay, escondido en el baúl de un auto de un empresario que es propietario de una armería en Santa Fe. Ese fornido reservista de elite del ejército ucraniano había alegado en ese momento que ingresó al país de forma clandestina porque las fronteras estaban cerradas y quería encontrarse con su pareja, que vive en Rosario y con la que acababa de tener una hija.
UNO de Entre Ríos publicó la noticia de la detención del militar de elite de Ucrania, el 9 de setiembre de 2020. Quedó demorado, hasta que la Justicia Federal de Paraná, no logró vincularlo con ningún hecho delictivo, pese a que había llamativas situaciones confusas en su proceder.
Casi dieciséis meses después, el nombre de Viktor Melnyk, el ucraniano que entonces fue detectado en un retén y debió comparecer ante la Justicia en Paraná, vuelve a ser noticia: esta vez porque quedó detenido acusado de pertenecer a una organización de narcotráfico internacional de cocaína a la que el domingo pasado se le desbarató un cargamento de 967 kilos de esa sustancia pura, que se procuraba despachar desde puertos del país vecino a través del río Paraná aguas abajo.
En el marco de seis allanamientos simultáneos por parte de agentes especiales de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de Paraguay y fiscales de la Unidad Especializada de Lucha contra el Narcotráfico se llevó a cabo la Operación Navis en la que cayó el ucraniano Melnyk. En uno de esos operativos se incautó casi una tonelada de cocaína valuada en un total de 60 millones de dólares en el mercado europeo.
Detrás de esos cargamentos hay una banda dedicada al narcotráfico en la cual se detectó a Melnyk entre sus integrantes. Fuentes de la investigación en Paraguay consignaron que el jefe de la organización es Fernando Enrique Balbuena Acuña, alias «Riki» o «Herrero». Este individuo, según las fuerzas de seguridad de Paraguay, lideraba y coordinaba a varios operadores que se encargaban de adquirir volúmenes de cocaína y acopiarlos. Posteriormente, las millonarias cargas ilícitas eran transportadas a través de la hidrovía Paraguay/Paraná, saliendo al Atlántico y de allí a los principales puertos de Europa.
Balbuena Acuña, apuntado como líder de la banda, es hijo de un ex diputado paraguayo, Elvis Balbuena, quien iba a presentarse como candidato a gobernador del departamento Cordillera. Ahora se bajó de la candidatura aunque se desligó de las actividades ilegales de su hijo. En su rol como diputado había propuesto como política de combate al narcotráfico que se reglamentara y regulara la producción y consumo de marihuana.
A Melnyk lo encontraron con una importante cantidad de dinero en los operativos que el viernes se realizaron en las localidades paraguayas de Eusebio Ayala, Cordillera, Luque, Fernando de la Mora y San Lorenzo.
Ilegal en un baúl
La historia del miliciano ucraniano descubierta en el baúl de un auto en cercanías de Mocoretá, en Corrientes, en septiembre de 2020, fue dada a conocer por el periodista Germán de los Santos en el diario La Nación. En aquella crónica se consignaba que el empresario que lo trasladaba en el baúl se llama Juan José Clucellas y que es dueño de armerías en Santa Fe y Paraná. Melnyk adujo que iba en el baúl para no ser detectado tras haber ingresado al país de manera ilegal, durante la pandemia, con el propósito de conocer a su hija recién nacida en Rosario.
Aquel día un operativo policial en Paso Telégrafo, camino de la ruta 12 de Entre Ríos, detuvo el recorrido de un Chevrolet Corsa en el que viajaba Clucellas. Al ser consultado por la propiedad del vehículo, que no estaba a su nombre, el empresario dijo que era de un «amigo y pariente». Tal vez sospechando del testimonio del hombre los policías le pidieron que abriera el baúl, pero él adujo que llevaba un ciervo Axis, de los que se suelen cazar en esa zona.
Para sorpresa de los agentes, al abrir el baúl se encontraron con un hombre que luego fue identificado como Viktor Melnyk. El empresario, por su parte, dijo que lo levantó cuando estaba haciendo dedo en la ruya, y que luego de viajar varios kilómetros en el asiento de acompañante el propio Melnyk le había pedido continuar el camino en el baúl. Es que estaban avisados de que iban a ser parados por la policía y, según contó el empresario, Melnyk no quería poner en riesgo su llegada a Rosario.
«Lo hizo porque quería estar conmigo, porque yo estaba por dar a luz. Y eso ocurrió el jueves, el mismo día que lo detuvieron», contó en aquella ocasión Romina, la mujer argentina que es pareja del ex soldado. «Yo entiendo que todo parece una película, pero es cierto que Viktor quería llegar para conocer a su hija», agregó.
En aquel entonces Melnyk adujo trabajar para el Reino de España como funcionario de seguridad y representante en América Latina. Aseguró ser empresario y accionista de una empresa que fabrica maquinarias para destilar agua de mar. No tenía los papeles necesarios para ingresar a Argentina, solo documentación española. En tanto, tiempo después se supo que la empresa que decía representar había dejado de funcionar más de un año atrás.
La Capital detalló, que ahora, según las autoridades paraguayas, quedó en evidencia que Melnyk está vinculado al contrabando internacional de estupefacientes. Los investigadores del país vecino consideran que el ex soldado ucraniano es en realidad el contacto de los narcotraficantes locales con las organizaciones europeas que son destinatarias de la drogas que iba a salir por el Paraná.