Crece el temor de una crisis energética por el conflicto bélico
Rusia ordenó este sábado a sus fuerzas «intensificar la actividad» militar en Ucrania, mientras crece el temor a una crisis energética por los idas y vueltas entre Moscú y las empresas extranjeras que intervienen en el mantenimiento del gasoducto que lleva gas a Europa.
El operador ucraniano de energía nuclear acusó a las fuerzas rusas de desplegar lanzadores de misiles en la central nuclear de Zaporiyia para disparar contra las regiones de Nikopol y Dnipró, que registraron ataques el sábado de madrugada.
«Los ocupantes rusos instalaron sistemas de lanzamiento de misiles en el territorio de la central nuclear de Zaporiyia», en el sur de Ucrania, dijo en Telegram el presidente de Energoatom, Petro Kotin, tras una entrevista televisiva en el canal ucraniano United News.
Y agregó: «La situación [en la planta] es extremadamente tensa y la tensión aumenta día a día. Los ocupantes están trayendo su maquinaria, incluidos los sistemas de misiles con los que han atacado el otro lado del río Dnipró y el territorio de Nikopol, 80 km al suroeste de Zaporiyia».
Unos 500 soldados rusos siguen en el emplazamiento de la planta y la tienen bajo su control, aseguró. La mayor central nuclear de Ucrania cayó en manos de las fuerzas rusas a principios de marzo, poco después de que la guerra, el 24 de febrero.
El sábado, misiles rusos alcanzaron edificios residenciales en Nikopol, matando a dos personas y dañando 12 edificios, una escuela y una universidad, dijo el gobernador regional de Dnipró, Valentin Reznichenko.
En el noreste, cerca de la segunda ciudad de Ucrania, Járkov, el gobernador Oleg Synegubov declaró que un ataque de misiles rusos durante la noche mató a tres personas en la ciudad de Chuguiv.