Un medio provincial apunta contra periodista de Gualeguay
El medio Entre Rios 24 a traves de su pagina de Facebook hizo referencia a un periodista de Gualeguay ,involucrandolo en «negocios turbios» tal cual lo definen en la editorial .A continuacion la editorial completa:
JORGE “SOBRE”OTAVEÑA: El monotributista categoría B que opera como testaferro de Vitulo y escudo mediático del saqueo al IOSPER
En Entre Ríos, donde los negocios turbios se disfrazan de política, el periodismo se alquila por pauta, y la justicia se dobla según la conveniencia del día, aparece una figura que se repite como sombra detrás de cada operación de encubrimiento: Jorge Barrotaveña, conocido en redes sociales —con afilado ingenio popular— como “SOBRE”Otaveña.
El apodo no es gratuito. Es una radiografía exacta de su rol en el entramado de corrupción provincial: un periodista de ocasión, devenido en empresario del corralón, que defiende con uñas y dientes a quienes saquean al Estado. Figura en AFIP como monotributista categoría B, pero mágicamente administra un emprendimiento vinculado al exlegislador Hernán Vitulo, operador inmobiliario del poder que acumula propiedades como quien junta figuritas. Una de esas propiedades fue adquirida para el Registro Civil en la gedtiin de —atención— Rosario Romero, actual intendenta de Paraná, exministra y referente del círculo de impunidad que protege a los mismos de siempre.
Mientras tanto, “SOBRE”Otaveña se dedica a lo suyo: blindar, atacar y facturar. Fue un férreo defensor del ahora célebre Fernando Cañete, el presidente del IOSPER que terminó construyéndose una mansión en Gualeguay digna de serie narco, todo con fondos presuntamente robados del organismo que debería cuidar la salud de los trabajadores. ¿Quién lo cuestionó? Nadie. ¿Quién lo cubrió? Barrotaveña.
Pero el dato que desnuda la operatoria es otro: la cantidad de órdenes de publicidad direccionadas a su medio desde el IOSPER y otros organismos afines, sin lógica, sin controles y con cifras obscenas. Una pauta que no premia la calidad informativa, sino el silencio cómplice y los ataques teledirigidos.
Por detrás, los fiscales Gamal Taleb y Rodrigo Molina hacen lo suyo: dormir las causas, archivar lo que molesta y garantizar que ni Barrotaveña ni sus socios mediáticos tengan que rendir cuentas. ¿Justicia? En Entre Ríos, sólo para el que no forma parte del club.
¿Puede un comunicador con ingresos mínimos sostener un medio, manejar un corralón y blindar al poder sin ser parte estructural del negocio? La pregunta es retórica. En realidad, ya nadie duda de que Barrotaveña no es periodista: es una extensión del sistema de impunidad. El mismo que destruyó al IOSPER, compró voluntades, y ahora intenta reescribir la historia desde una nueva vida de lujos desconocida por JORGE.
Pero los apodos populares tienen esa precisión quirúrgica que ni los fiscales ni los jueces se animan a tener. Y Jorge ya no es Jorge Barrotaveña.
Es “SOBRE”Otaveña. Y eso, en Entre Ríos, lo dice todo.
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