Construcción: la actividad crece, pero hay 1.700 empresas menos que antes de la pandemia
El sector de la construcción atravesó la pandemia con muchos vaivenes. Fue impulsado por las pequeñas obras del sector privado, pero sufrió del parate de la obra pública y debió enfrentar las inevitables consecuencias. Dos años y medio después de que comenzara la cuarentena, el ritmo de trabajo parece haber vuelto a la normalidad, pero hay menos empresas para ejecutarlo.
De acuerdo a un informe elaborado por el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), a octubre de este año había 20.519 firmas constructoras en actividad, de las cuales 7.224 eran “tipo A” o unipersonales y 13.295 eran “tipo B” (empleadores y resto de las personas jurídicas).
Ahora bien, si se hace una comparación con la “fotografía” de los octubres anteriores, se encuentra que hubo una notable recuperación respecto a las 18.518 empresas activas que había en 2020 y a las 20.125 de igual mes de 2021, pero queda en evidencia que aún hoy hay 1.709 compañías menos de las que había en el décimo mes de 2019, justo antes de la irrupción de la pandemia.
Entre las firmas que cerraron o salieron temporalmente del mercado, 1.515 son unipersonales y 194 son empresas de mayor tamaño.
Mayor ritmo de trabajo
Generalmente la cantidad de empresas constructoras en actividad va de la mano del nivel de actividad del sector, pero en esta ocasión la relación no parece ser tan directa. Si bien hubo una recuperación simultánea de ambos parámetros en los últimos dos años, el ritmo de mejora fue muy diferente.
Uno de los indicadores más claros del nivel de actividad es el ritmo de despacho de cemento. De acuerdo a la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), en los primeros diez meses de este año el mercado demandó 10.888.616 toneladas de ese material, lo que representa una mejora de 15,9% respecto a las 9.398.418 toneladas que se despacharon en el mismo período de 2019.
Por otro lado, la superficie autorizada por los permisos de edificación alcanzó en octubre de este año los 1.249.290 m2. Ese valor representa una caída del 21% respecto al 2021, pero se mantiene dentro de la media histórica.
Además, el último informe de indicadores de coyuntura de la actividad de la construcción del Indec reveló que entre enero y octubre de este año el sector creció 5,5% respecto al mismo período de 2021. El organismo llega a ese valor midiendo una serie de variables que incluyen las ventas de cemento y la superficie con permiso para construir, pero también contempla el consumo de otros materiales (asfalto, yeso y ladrillo, entre otros) y la cantidad de mano de obra registrada.
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En resumen, las estadísticas confirman que la construcción está atravesando un buen momento, o al menos se mantiene con un ritmo de trabajo normal, pero eso no se traduce por ahora en una recuperación total de la cantidad de empresas en el país.
Análisis del mercado
Para entender qué está pasando en el sector de la construcción, Infobae dialogó con Gerardo Fernández, titular de la Confederación de Pymes Constructoras (CPC). En primer lugar, el empresario aclaró que, si bien es cierto que en 2022 ha habido un ritmo de obra constante que se ubicó cerca de la media histórica, se debe tener en cuenta que los últimos 15 años hubo cierto estancamiento en la actividad.
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“Prueba de esto es que desde hace más de una década que el sector de la construcción trabaja con 400 mil obreros registrados en todo el país. En ese período creció el Producto Interno Bruto y la cantidad de habitantes, pero el número de trabajadores fue siempre el mismo”, apuntó.
“Por tanto, volvimos al movimiento previo a la pandemia, pero respecto al crecimiento vegetativo poblacional, estamos muy por debajo de lo que correspondería”, subrayó Fernández.En los últimos quince años, la cantidad total de obreros registrados se ha mantenido siempre en torno a las 400 mil personas. EFE/ Orlando Barría
Dicho esto, el presidente de la CPC sostuvo que la caída en la cantidad de empresas en actividad es lógica y era esperable. “Es difícil encontrar empresas dedicadas a la obra pública que hayan cerrado, pero sí ha habido muchas bajas de parte de los pequeños emprendedores. Muchas veces para ingresar a un proyecto o construir una casa de un emprendimiento privado, hay personas que se conforman como empresa unipersonal e intentan facturar la actividad. Son esas las pequeñas firmas que luego cierran en épocas de crisis”, subrayó el empresario.
En general, sostuvo Fernández, estas pequeñas empresas son constituidas por personas que antes eran subcontratistas de empresas grandes. “Buscando crecer, se constituyen como empresa en el rubro formal, pero se encuentran con un nivel de complejidad bastante elevado, tanto en la parte administrativa como en los costos. En ese contexto, no es ilógico que las empresas se vayan del Ieric”, cerró el empresario.
Repasando, las declaraciones del presidente de la CPC explican por qué la gran mayoría de las firmas que cerraron en el período analizado (1.515) son unipersonales. Sin embargo, no es un dato menor que también estén fuera de actividad -de forma temporal o definitiva- casi 200 constructoras de mayor tamaño.